Un Belisario Betancur enardecido como nunca antes en su gobierno dijo
en su alocución en la catedral de Neiva rodeado del procurador Carlos Jiménez Gómez, Álvaro Gómez Hurtado,
Luis Carlos Galán, los ex presidentes y todo el gabinete ministerial. El discurso fue el cambio completo de
paradigmas en un gobierno que tanto se había distinguido por lo nacionalista y
puede considerarse el inicio en Colombia de la “Guerra a las drogas” al estilo
de Nixon en 1971. Este es un fragmento: Ante
la tumba de Rodrigo Lara Bonilla. (POR LA PATRIA QUE EL TANTO AMARA). “La dolorosa y trágica
circunstancia que nos congrega en Neiva fecunda, exige que elevemos, más allá
de la voz, el corazón y el pensamiento; y por sobre el dolor y la congoja, la
voluntad irrevocable de superar el golpe aciago que ha caído sobre la patria. S
"El entierro de un héroe"... nada más falso que ese titular. Ningún político de este país puede ser considerado héroe. A excepción de algunos contados con los dedos de una sola mano los políticos incluido Lara Bonilla, Galán, Gaviria, Belisario y una larga lista han sido corruptos y oportunistas, y en algún momento de sus muy agitadas y manchadas vidas políticas han estado al servicio de la mafia y la delincuencia. Lara no fue ningún héroe, Galán tampoco. Son solo dos políticos corruptos más, ocultos bajo la máscara de la doble moral.
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