En julio de 1989, las agencias cubanas
dieron a conocer al mundo la noticia de la detención del
general Arnaldo Ochoa Sánchez, héroe
de la revolución, hombre de confianza de Fidel Castro y veterano de la Sierra Maestra y
de Angola, con su ayudante, el capitán Jorge Martínez Valdés acusados de
tráfico de drogas; con ellos cayeron también los hermanos Patricio y Antonio, Tony de la Guardia Font, general y
capitán de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, respectivamente y
adicionalmente el ministro de Transporte, Diocles
Torralba, el del interior José
Abrahantes y el mayor Amado Padrón,
ex cónsul en Panamá y personaje importante en los negocios internacionales del
régimen de Fidel Castro.