17
de diciembre de 1986
Escobar ya tenía un plan definitivo para asesinar al director de El Espectador Guillermo Cano Isaza; fue así como un comando enviado desde
Medellín lo mató en estado de completa indefensión, sin guardaespaldas y sin
oposición, cerca de su periódico; la venganza de “El Cartel” contra la prensa
que se le oponía se había consumado