Pablo Escobar envió a buscar a Barry Seal con un
escuadrón de sicarios enviado directamente desde Medellín. En una de esas actuaciones inexplicables
de la justicia norteamericana, Seal
que era un objetivo innegable de la mafia, en libertad condicional expuesto al redidir en el
centro de trabajadores comunitarios del Ejército de Salvación en Arline Highway en Baton Rouge, Lousiana; lo
que facilitó la ejecución.
